El ragtime, como algún compositor dijo con gran acierto, es el verdadero folklore musical de América......de esa América que nos ha cautivado a tantos, desde hace décadas, mientras su Historia y sus historias llenaban de vida y color -o blanco y negro- las pantallas del cine y los escenarios de teatro musical: la América de los gángsters de Chicago, de las bailarinas de claqué en cualquier escenario del Broadway neoyorkino, de los garitos oscuros y humeantes de la Bourbon Street de Nueva Orleans cuando alguien empezaba a llamar "jazz" a aquella nueva música.
Aquella nueva música -sorprendente, heterodoxa y tan distinta de cualquier otra- sonaba a veces parecida a los himnos protestantes, pero sin dejar de recordar el estilo y los giros melódicos y armónicos de algunas viejas canciones ancestrales de la madre África; era tan elaborada, pero a un tiempo tan improvisada, tan plagada de alegres y sensuales síncopas como llena de notas tristes (blue notes)...
Y era tocada incansablemente, con la inevitable compañía del whisky y los cigarros, por un sinfín de anónimos pero virtuosos pianistas, guitarristas y trompetistas negros.
Comienza el siglo XX: tiempos de cambio (cambio de siglo y otros muchos cambios), tiempos de baile, "viejos buenos tiempos", tiempo de preguerras...todo eso y mucho más fue el tiempo del rag; todo eso fue EL RAGTIME...
